Imi Sde-Or
Imi Sde-Or (antes, Imrich Lichtenfeld), fundador del Krav Maga, nació en 1910 en Hungría y se crió en Bratislava, Eslovaquia. En un hogar donde se respetaba el deporte, el derecho y la educación de Europa Central. No fue una sorpresa cuando Imi se convirtió en un deportista activo y premiado, luchador y boxeador. En la década de 1930, sin embargo, Imi sintió que tenía que llevar sus habilidades de lucha a las calles para proteger a los barrios judíos de la creciente cantidad de matones fascistas y antisemitas que pululaban en Bratislava en el momento. Habiéndose convertido en una espina en el costado de las autoridades locales, Imi dejó su hogar, su familia y amigos en 1940 en el último barco de refugiados para escapar de Europa y la soga Nazi. Se mudó a Palestina, donde Imi fue recibido rápidamente en el pre-estado de Israel, por la organización militar “Haganá”. Con su dura experiencia y habilidades como luchador, Imi instruyó a las tropas “Haganá” en las lecciones prácticas de combate cuerpo a cuerpo que había interiorizado y sistematizado en los últimos años. En 1948, cuando el Estado de Israel fue fundado, Imi se convirtió en el primer Instructor Jefe de la Fuerza de Defensa Israelí para la condición física y Krav Maga. Sirvió a su país de uniforme durante 20 años, durante los cuales fue desarrollando y perfeccionando el sistema, con el laboratorio perfecto que representan las fuerzas armadas. Después de retirarse del ejército, Imi sentía que el Krav Maga podía y debía ser adaptado para satisfacer las necesidades de defensa personal de civiles (hombres, mujeres y niños). A partir de tan solo dos centros de capacitación en Israel, una década más tarde y de la mano de su asistente más cercano (Eyal Yanilov), había establecido el Krav Maga en escuelas de todo el mundo a través del cual podía compartir su sistema, los valores y la filosofía. No importa cómo, dónde y con quién enseñó, Imi siempre tuvo mucho cuidado para promover sus principios universales: el respeto por el prójimo, evitar el uso indebido o injustificado de la fuerza, la modestia, la conducta amante de la paz, y el estricto apego al juego limpio. Hasta sus últimos días, a más de ochenta y siete años de edad, Imi continuó desarrollando técnicas, conceptos y métodos de enseñanza con la ayuda dedicada de sus mejores estudiantes y en especial, Eyal Yanilov.